Aquellos que gobiernan sobre los destrozos humanos, solo obtendrán de la historia el aborrecimiento Universal...
Sin duda alguna, han existido muchos tiranos a lo largo de la historia. Pero Maduro ha roto todos los cánones de comportamiento humano. Sino analicemos a unos de los peores, Hittler y su Nazismo. Acabó con más de 6 millones de judíos en el mayor exterminio deliberado humano, pero los alemanes con guerra y todo vivían su satisfacción de ciudadano del Reich. En medio de la guerra, ellos comían, trabajaban, había escuelas, hospitales y cultura. Lo mismo los cubanos actuales en medio de su Castro-Comunismo. En conclusión, ¡algo vivían!
Pero es que la tragedia venezolana consiste en la alevosía de la destrucción que han tenido en la vida económica, moral, social y humana de todo un país, donde no existe mayor muerte que la muerte misma en vida, y ahora con esta pandemia donde se nos ha negado exprofeso el derecho a tener vida. Es decir, nos han condenado a sobrevivir a través de aquel que pueda tener $, para comprar la vacuna Covid-19 y con ello un ticket de vida.
Todo es un caos en nuestra región, pero en Venezuela el caos tiene una particularidad y es que poco importa la vida y la dignidad humana para esta mafia apoderada del poder.
Hasta el propio José Gregorio Hernández, luego de su bello acto de beatificación, lloró en Charallave ante tantas ofensas e hipocresías de aquellos que se dan golpes de pecho pero empuñan el arma contra los ciudadanos sin restricción.
Venezuela cayó en la desgracia de tener al mando un chófer suicida y sin ningún tipo de remordimientos. Su actitud frente a la nave que lleva el destino de los venezolanos, me recuerda a esos terroristas del 11 de Septiembre, que acabaron con las torres Gemelas y con la vida de miles.
No hay forma de describir el cinismo de esta tribu en el poder, que anuncian aumento de salarios, que hablan de jornadas sociales y médicas, que dicen distribuir alimentos por todo el territorio y que hablan de una normalidad de país que solo existe en sus bolsillos. Porque la verdad es que, ahora para medio comer y existir, necesitas tener muchos pero muchos $. Hasta lo más elemental sino tienes "el verde" para comprar, te quedas sin nada.
¡Sí! La Revolución ha ido haciendo el trabajo y de las autopistas por las que veníamos circulando con ciertas adversidades, era unas vías que nos anticipaban a la modernidad y posibilidad de desarrollo. Pues bien, nos sacaron de ella, nos metieron por unas trochas vendiéndonos emoción y pronto resultado de la tierra prometida. Pero además vino Maduro y agarró el volante de este bus llamado Venezuela y nos terminó estrellando a todos sin mayor contemplación.
Es decir, lo que estamos haciendo ahora es recogiendo pedazos de vidas, y tratar de ver, con los sobrevivientes que quedamos, cómo podemos hacer mejor las cosas para volver a empezar.
Por eso, NO se nos está permitido ahora desfallecer, por el contrario, levantarnos con esas fuerzas tan propias de los venezolanos que todo lo sabemos vencer cuando nos proponemos. Entonces juntemos las manos, las mentes y las voluntades y vayamos a reencontrarnos con el camino que verdaderamente merecemos. Porque no en vano fuimos los hacedores en la historia de la Libertad de América.
Claro que si podemos trabajar por lo mejor que está por venir. Salgamos de esos escombros y sigamos hacia adelante con la fe puesta en nuestra propia confianza y fortaleza.
¡CLARO QUE JUNTOS PODEMOS!
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