viernes, 2 de junio de 2017

¡PAZ A LA FUERZA!

Por Iraida Villasmil

Cuando leí las declaraciones de Maduro en la cual explicaba porque hacía la convocatoria de la Constituyente y además porque no cedería ante las protestas del pueblo, sencillamente se me vino a la mente imágenes de la escena de Nerón, emperador de Roma, quien en su locura contra la persecución de los cristianos decidió quemar la ciudad eterna, y cuando ella ardía pidió su arpa y empezó a dictar un poema que le inspiraba esa escena dantesca... mientras Roma ardía.

Pues bien, Maduro pidió un piano, y en esa inédita acción queda plasmada su propia inestabilidad, burlesca y ofensiva con la que mancilla a un país que además es  tan musical como el nuestro. Maduro declaró:


"O vienen por el camino de la paz o siguen en su camino de la guerra, de la violencia, hasta la derrota siempre. Yo convoqué el poder originado del pueblo porque no había otro camino, porque la Constituyente es la reserva moral y política del poder originario del pueblo, que es intransferible, y porque queremos paz, patria y porque no nos vamos a rendir jamás”.

En pocas palabras "paz a la fuerza", obligados y ademas reprimidos.  ¿¿De donde sacó el guión este "frustrado pianista" que ocupa Miraflores?? Definitivamente entró en el mismo éxtasis de locura que tuvo Nerón cuando miraba como Roma ardía.

El destino de hombres con éstas características ya está escrito en la propia historia de la humanidad, cuando la determinación y la fuerzas de principios inspira la  lucha y mueve la valentía que no le teme ni a las llamas ni a las bombas. 

Es decir que el destino está escrito, pues basta ver cómo termina Nerón en el laberinto de su propia locura política donde Seneca mil veces le recomendó: "busque la Verdad y transite en lo descubierto"...quien también finalmente lo abandona como asesor.

Gracias a Cicerón, la historia comenzó a escribirse y por ello nos quedó plasmado para la humanidad, la caída de un Imperio como el Romano y  como terminaban la vida sus desencarnados emperadores, que entre la rabia, la soberbia y la estupidez que el ego idólatra provoca, se creen todo poderosos e imbatibles ante el sufrimiento y lucha de  pueblos que acaban por desmontarlos del Poder.

Yo no tengo nada que agregar, ahí en la historia de latinoamerica quedó también plasmado el destino de un Presidente (Abdalá Bucaran) que respondía a la grave crisis de su País, cantando y bailando... Todo parece indicar que el Minotauro de Miraflores (término con el cual Escarra se refería a Chavez antes de convertirse al madurismo),  empezó a transitar el laberinto de la locura que puede producir el poder cuando es detentado por hombres ignorantes y que poco les importa jugarse la vida de un pueblo, mientras toque desde un piano su propia versión dantesca del camino hacia la paz...

No hay de otra que seguir en las calles enfrentando la violencia que el régimen desató. Tener la esperanza firme de que pronto las vías fluirán para abrir los caminos libertarios e institucionales que nos fueron robados y con ello la caída del peor gobierno que ha tenido este país desde épocas de la Conquista.

Siempre he creído que aveces se  hace necesario pasar estos capítulos dolorosos de la historia política de los pueblos y cuya experiencia se llevan con una fuerza indetenible,  gobiernos oprobiosos que dejan tal sabor amargo al sufrido pueblo que en los corazones emerge con inigualable determinación  el runrunear de esa frase que suena desde las indetenibles calles que empuja el coraje y la valentía: ¡No volverán!... ¡Queremos Paz!