martes, 17 de enero de 2017

EXHORTACIÓN PASTORAL

CENTÉSIMA SÉPTIMA ASAMBLEA PLENARIA ORDINARIA
DEL EPISCOPADO VENEZOLANO

EXHORTACIÓN PASTORAL: 
“JESUCRISTO LUZ Y CAMINO PARA VENEZUELA”.


1. Al comienzo de un nuevo año, los obispos de Venezuela hacemos llegar a nuestros hermanos en la fe y a todos los ciudadanos los mejores votos, junto con nuestra oración, para que tengan un 2017 lleno de bendiciones. Como cristianos hemos celebrado en estos días el nacimiento y la manifestación de Jesús, el Señor, que ha venido como “luz del mundo” (Jn 8,12) y salvación para todos los pueblos. Él nos invita a iluminar los ambientes en que nos desenvolvemos con la claridad de la verdad, la libertad, la justicia y la solidaridad, procurando integrar a esta tarea a quienes no comparten nuestra fe o nuestras convicciones, pero quieren construir una convivencia fraterna y pacífica. Si bien hablamos como cristianos católicos, nuestras reflexiones y preocupaciones las ofrecemos a todos, sin distinción de credo, de inclinaciones políticas o sociales. El país nos duele a todos, y el clamor y la angustia de la gente son también nuestros. 

El OSCURO PANORAMA DE VENEZUELA

2. La actual realidad venezolana es extremadamente crítica. Una gran oscuridad cubre nuestro país. Estamos viviendo situaciones dramáticas: la grave escasez de medicinas y alimentos, ¡Nunca antes habíamos visto tantos hermanos nuestros hurgar en la basura en búsqueda de comida!, el deterioro extremo de la salud pública, la alta desnutrición en los niños, la ideologización en la educación, el altísimo índice de inflación con la consecuente pérdida del poder adquisitivo, la corrupción generalizada e impune, propiciada particularmente por el control de cambio, el odio y la violencia política, los elevados índices de delincuencia e inseguridad, el pésimo funcionamiento de los servicios públicos, dibujan un oscuro panorama que se agrava cada día que pasa, porque no se ponen correctivos a los males y porque la causa que los  genera avanza como una tenaza que se va cerrando, con sus secuelas opresivas y destructoras. Esta cultura de muerte en la que estamos sumidos configura un estado de acciones y decisiones moralmente inaceptables que descalifica éticamente a quien lo provoca, mantiene o justifica.

3. La obstrucción del Referendo Revocatorio del mandato del Presidente de la República por parte del Consejo Nacional Electoral ha provocado rechazo, desencanto y frustración de la ciudadanía. El intento de cercenar las atribuciones constitucionales de la Asamblea Nacional y la ola de represión y persecución política que se ha desatado en últimos días lesionan gravemente el ejercicio de la institucionalidad democrática. Sólo en regímenes totalitarios se desconoce la autonomía de los poderes públicos y se impide la libre manifestación de la ciudadanía.

4. Muchas son las razones que han conducido al país a la actual situación. La causa fundamental, como lo hemos afirmado en otras ocasiones, es el empeño del Gobierno de imponer el sistema totalitario recogido en el “Plan de la Patria” (llamado Socialismo del Siglo XXI), a pesar de que el sistema socialista marxista ha fracasado en todos los países en que se ha instaurado, dejando una estela de dolor y pobreza.

5. Es necesario incluir en el inventario negativo el infructuoso diálogo entre el Gobierno y la Oposición, en el cual la Sede Apostólica aceptó participar como facilitador por la invitación de las partes en conflicto. Dicho diálogo suscitó esperanza en la mayoría de los venezolanos, pero su resultado fue decepcionante, a causa, principalmente, del incumplimiento, por parte del Gobierno, de los acuerdos a que se había llegado en la reunión del 30 de octubre de 2016.

6. Agradecemos vivamente la disposición de servicio del Papa Francisco y lamentamos que su contribución a la paz de Venezuela haya sido mal interpretada. El diálogo, positivo y necesario en sí, exige, para ser fructífero y exitoso, una plataforma común de objetivos definidos y, sobre todo, una actitud de ánimo respetuosa y receptiva en los participantes, la cual conlleva superar la intolerancia y la autosuficiencia.

7. Los obispos venezolanos, en comunión con el Santo Padre Francisco, reiteramos las condiciones para continuar el diálogo señaladas por el Secretario del Estado Vaticano, el Cardenal Pietro Parolín, en su carta del 01 de diciembre de 2016: “1. Aliviar la grave crisis de abastecimiento de comida y medicinas que está sufriendo la población. 2. Las partes concuerden el calendario electoral que permita a los venezolanos decidir sin dilaciones su futuro. 3. Se tomen las medidas necesarias para restituir cuanto antes a la Asamblea Nacional el rol previsto en la Constitución; 4. Se apliquen los instrumentos legales para acelerar el proceso de liberación de los detenidos”.

LUCES PARA CONSTRUIR LA NUEVA VENEZUELA

8. El verdadero cristiano es “sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5,13.14). No esconde su luz, sino que la hace brillar delante de los hombres para que sus buenas obras iluminen a la sociedad y alaben al Padre celestial (Cf. Mt 5,16). Busca el bien común guiado por una conciencia recta.

9. ¿Cómo ser portadores de luz y esperanza en un panorama de oscuridad y de muerte? Este es el desafío que nos interpela más profundamente como ciudadanos y como creyentes. Los preceptos “ama a tu prójimo como a ti mismo’’ (Mt 22,39) y “no matarás” (Ex 20,13), es la voz de Dios que resuena en el fondo de nuestras conciencias. La misión del cristiano, en cualquier circunstancia, es anunciar al Dios de la vida y revertir la cultura de muerte en cultura de vida.

10. Es necesario generar gestos valientes e iniciativas innovadoras que motiven a esperar contra toda esperanza (Cf. Rom 4,18), para construir una convivencia libre, justa y fraterna; es tarea que nos compete a todos, cada cual según su posición. Es una responsabilidad ineludible porque frente al mal nadie puede permanecer como simple espectador. El llamado es a ser protagonistas del presente y del futuro de nuestro querido país.

11. Las urgentes necesidades de las personas, familias y comunidades reclaman de las autoridades respuestas inmediatas. En este momento es necesario que el Estado venezolano acepte la ayuda internacional, ofrecida por varios países y organizaciones. La Iglesia pone a disposición su infraestructura organizativa (diocesana, parroquial, comunidades eclesiales, Cáritas y otros organismos) para ayudar a enfrentar las carencias de tantos hombres, mujeres y niños en situación de riesgo. Hay muchas otras instituciones e iniciativas privadas dispuestas a contribuir al bien de todos. Con el concurso de los medios y redes de comunicación promovamos la solidaridad nacional que nos lleve a encontrar respuestas valederas ante la urgencia de alimentación y salud.

12. Tal como declaramos en el Mensaje de la Asamblea Conjunta con los Laicos (08-09/01/17), estimamos que el pueblo clama por un cambio profundo de la orientación política del país que sea producto de la decisión del pueblo soberano (CRBV 5): o el Socialismo del Siglo XXI, ausente de la Constitución, o el sistema democrático establecido en la Constitución. El país exige un itinerario electoral, tal como se acordó en la Mesa de Diálogo.

13. Es urgente emprender entre todos acciones que conlleven a la superación de la crisis del país: reactivar el aparato productivo, garantizar la vigencia del Estado de derecho, reconstituir el tejido social fracturado, valorar la ética personal, familiar y comunitaria, fomentar la honestidad y la responsabilidad en la vida pública, promover la reconciliación entre las personas y grupos y, en definitiva, renovar la vida completa del país.

14. Ante la desesperanza reinante, que paraliza la dinámica de toda buena y oportuna iniciativa, exhortamos a todas las agrupaciones políticas, a las distintas confesiones religiosas, a los gremios y asociaciones, a las universidades y al amplio mundo educativo, a los medios de comunicación, a lograr puntos de encuentro que favorezcan la articulación de los diversos sectores en un proyecto común de país. Tengamos confianza y esperanza en nuestras capacidades para cambiar la actual situación.

15. Acogemos lo expresado en el Mensaje de Año Nuevo y la Jornada Mundial por la Paz de la Arquidiócesis de Caracas, “en torno a la liberación de los presos por hechos conexos con actividades políticas. Tanto el Poder Judicial como el Gobierno Nacional tienen instrumentos legales y constitucionales para poner en libertad inmediata a la mayoría de esos ciudadanos, más de un centenar, que sufren una prisión injusta. Además, aunque estuvieran presuntamente incursos en delitos, todos ellos deberían ser procesados en libertad, tal como lo dispone el Código Orgánico Procesal Penal”.

16. Pedimos a Dios que ilumine a nuestros dirigentes a fin de que se logren a la mayor brevedad los acuerdos necesarios para superar la crisis. Imploramos su bendición sobre todos los habitantes del país.

17. Invocamos a nuestra Madre, la Virgen María de Coromoto, para que interceda ante su hijo Jesucristo en estos momentos decisivos para el futuro de la patria. Invitamos a todos los ciudadanos a unirse a nuestras súplicas y a ser luz y camino para Venezuela.

Los Arzobispos y Obispos de Venezuela.

Caracas, 13 de enero de 2017

miércoles, 11 de enero de 2017

A PROPÓSITO DEL RETORNO

Hay personas que por su propia naturaleza no pasan desapercibidas. O los amas, los admiras, o los odias, pero no puedes estar indiferente ante el o ella.

El 31 de diciembre de 2016 a las 2:00 de la mañana aproximadamente, la dictadura de Nicolás Maduro dejó bajo libertad condicional a siete presos políticos, entre los cuales estaba Manuel Rosales.

Manuel fue secuestrado a su llegada al país en el 2015 después de casi ocho años de exilio, y muy a pesar del tiempo que permaneció preso en el Helicoide o bajo régimen de casa por cárcel, a Manuel nunca se le juzgó.

Mucho se ha hablado a propósito del retorno de Manuel, cosas buenas y cosas malas. Por Redes Sociales se ha desatado una bulliciosa campaña en su contra, y de su liberación, que contrasta con un torrente de sentimiento por el cariño, emoción y hasta lágrimas de un pueblo sencillo y humilde que lo espera. De Nuevo la realidad del contraste del sentimiento  de dos mundos que viven en un país al que  a veces perecemos no querer habitar.

Lo que duele y desconcierta a sus más férreos enemigos, es que la obra de Manuel Rosales esta intacta en el corazón de la gran mayoría de los zulianos. Hoy son muchos los factores que mirando en retrospectiva el Zulia que tuvimos y el que ahora tenemos, no queda duda, que su retorno marca el deseo de volver a tener la referencia del Estado que una vez fuimos en el camino de esta vorágine de revolución. En medio de todo no pudieron detener, ni acabar su obra, a pesar de quererlo: "volver polvo cósmico"... en polvo se quedaron otros por cierto.

Yo en lo particular que no me considero para nada "Manuelista", a pesar de mi militancia Política, y dentro de la cual también he disentido en varias oportunidades con el Partido. Prueba de ello está a la vista lo que fueron mis posiciones públicas; al fin y al cabo esa es la real política,  no puedo dejar de reconocer este sentimiento y conexión que Manuel tiene con su pueblo, y el pueblo con él. Y esa obra de Manuel está presente en cualquier sitio que usted transite por el Zulia. Está viva, se "ve y se siente" porque además tocó de una forma única el corazón y la vida de muchos seres.

Estaba tomando un taxi en San Cristobal y fuí sorprendida por su chófer, cuando al saber que era del Zulia quiso agradecer a través de mí que su hijo era Abogado gracias a una Beca JEL, programa estrella y que este régimen acabó. Sin hablar de las miles de barriadas o edificios de la clase media que tienen aún brochazos de una obra de gobierno que se redimensionó y tocó a todos los sectores  del Estado, y le demostró al chavismo que no se necesitaban Misiones para gobernar  con calidad la vida a un pueblo.

¿A qué y por qué viene Manuel?, sencillamente porque después de casi ocho años de Exilio y más de un año en las mazmorras del Sebin,  el Gobierno no pudo continuar armando un juicio de la nada. Lo suelta condicionadamente, pero eso no es para Manuel un obstáculo que le impida luchar, trabajar y reencontrarse con su gente y con su obra.   

Yo desde hace tiempo tengo bien identificados a los traidores y usurpadores de mi país, ninguna buena obra aun han dejado para mi gente, a no ser que hablemos del hambre y la devastación económica total. Y eso no lo pongo en duda, pues ya tengo bastante con el enemigo claro que tenemos al frente liderizando este desastre como para entramados vilipendiosos, que además no hacen ningún bien en el reto de esta lucha política tan difícil y compleja.

Manuel,  un hombre que desde mi perspectiva no es ya un líder únicamente, sino que se ha convertido en un sentimiento, el que usted quiera escoger, pero sentimiento al fin, define nuestra propia zulianidad.  Como dirigente y como constructor de una obra de gobierno marcó al Zulia y a su gente. Sin duda alguna es hoy la representación de un sentimiento zuliano que a propósito de su retorno, conlleva una excelente oportunidad para reestructurar y relanzar nuestro partido Un Nuevo Tiempo, redefinir la ruta democrática en el Zulia, reconstruir la Unidad en el Estado, y estimular la esperanza en nuestro pueblo agotado y sufrido.

Recuerdo que en el 2005, cuando muchos argumentaban sobre la obligación de no participar en el proceso electoral de la Asamblea Nacional pautado para el 4 de diciembre, Manuel cavilaba acerca del complicado momento, y luego de mucho analizarlo, aceptó una decisión capitalina que resultó DECAPITANTE para la vida política del país; por cierto, Julio Borges fue altamente criticado en ese entonces como hoy se hace con otros, por el hecho de mantener su posición de ir a votar, rompiendo la unidad, y hoy es nuestro actual Presidente en la Asamblea Nacional.

Mientras todos a nivel nacional se concentraban en la pelea en contra de Chávez, Manuel también se tuvo que concentrar en rescatar un Zulia cuya primera fuerza laboral vivió el holocausto más grande jamás visto en la historia de la Industria Petrolera. Y fue así que muchos brillantes empleados petroleros botados empezaron a consolidar con en la gestión que llevaría al Zulia con un nuevo modelo de gerencia a un peldaño superior en una gestión de obra que hasta el propio Chávez envidiaba, y por eso tenía que "acabarlo" y dio paso a su nueva misión "poner preso a Manuel".

Manuel es un hombre incansable, que ha recorrido todos los rincones del Zulia, que conoce su realidad, que sabe sobre las dificultades de nuestras comunidades y de su gente más necesitada.  Fueron miles de viviendas, miles de uniformes, decenas de escuelas, millones de vasos de leche repartidos en las escuelas. A los Hospitales iba de visita a inspeccionarlos sin aviso, muchas veces a horas donde todos dormían para garantizarle al Zulia una salud digna de la gente.

Para Manuel es primordial preservar al Zulia para los zulianos, que como principal baluarte del Occidente del país y de sus aportes depende grandemente la propia alimentación, riqueza petrolera y hasta la causa venezolana. Sin dejar de mencionar el amor que le profesa a su Chinita y que la sembró en cada jardín que pudo en los distintos patios de su tierra.  Si esa persona artífice y creador de esta realidad invariable, usted puede denominarlo enemigo de los venezolanos y traidor a la patria, Usted me dirá!!!???...

¡En el Zulia, con sus propias circunstancias solo sé que a hombres con él los necesitamos!, ¡Bienvenido Manuel a tu Zulia que amas!

Iraida Villasmil
11 de enero de 2016