Hay personas que por su propia
naturaleza no pasan desapercibidas. O los amas, los admiras, o los odias, pero
no puedes estar indiferente ante el o ella.
El 31 de diciembre de 2016 a las 2:00
de la mañana aproximadamente, la dictadura de Nicolás Maduro dejó bajo libertad
condicional a siete presos políticos, entre los cuales estaba Manuel Rosales.
Manuel fue secuestrado a su llegada
al país en el 2015 después de casi ocho años de exilio, y muy a pesar del
tiempo que permaneció preso en el Helicoide o bajo régimen de casa por cárcel,
a Manuel nunca se le juzgó.
Mucho se ha hablado a propósito del
retorno de Manuel, cosas buenas y cosas malas. Por Redes Sociales se ha
desatado una bulliciosa campaña en su contra, y de su liberación, que
contrasta con un torrente de sentimiento por el cariño, emoción y
hasta lágrimas de un pueblo sencillo y humilde que lo espera. De Nuevo la
realidad del contraste del sentimiento de dos mundos que viven en un país
al que a veces perecemos no querer
habitar.
Lo que duele y desconcierta a sus más
férreos enemigos, es que la obra de Manuel Rosales esta intacta en el
corazón de la gran mayoría de los zulianos. Hoy son muchos los factores
que mirando en retrospectiva el Zulia que tuvimos y el que ahora tenemos, no
queda duda, que su retorno marca el deseo de volver a tener la referencia del Estado
que una vez fuimos en el camino de esta vorágine de revolución. En medio
de todo no pudieron detener, ni acabar su obra, a pesar de quererlo:
"volver polvo cósmico"... en polvo se quedaron otros por cierto.
Yo en lo particular que no me considero para nada
"Manuelista", a pesar de mi militancia Política, y dentro de la cual
también he disentido en varias oportunidades con el Partido. Prueba de ello está
a la vista lo que fueron mis posiciones públicas; al fin y al cabo esa es la
real política, no puedo dejar de reconocer este sentimiento y conexión
que Manuel tiene con su pueblo, y el pueblo con él. Y esa obra de Manuel está presente
en cualquier sitio que usted transite por el Zulia. Está viva, se "ve y se
siente" porque además tocó de una forma única el corazón y la vida de
muchos seres.
Estaba tomando un taxi en San Cristobal y fuí
sorprendida por su chófer, cuando al saber que era del Zulia quiso agradecer a
través de mí que su hijo era Abogado gracias a una Beca JEL, programa estrella
y que este régimen acabó. Sin hablar de las miles de barriadas o edificios de
la clase media que tienen aún brochazos de una obra de gobierno que se
redimensionó y tocó a todos los sectores del Estado, y le demostró al
chavismo que no se necesitaban Misiones para gobernar con calidad la vida
a un pueblo.
¿A qué y por qué viene Manuel?, sencillamente
porque después de casi ocho años de Exilio y más de un año en las mazmorras del
Sebin, el Gobierno no pudo continuar armando un juicio de la nada. Lo
suelta condicionadamente, pero eso no es para Manuel un obstáculo que le impida
luchar, trabajar y reencontrarse con su gente y con su obra.
Yo desde hace tiempo tengo bien
identificados a los traidores y usurpadores de mi país, ninguna buena obra
aun han dejado para mi gente, a no ser que hablemos del hambre y la devastación
económica total. Y eso no lo pongo en duda, pues ya tengo bastante con el
enemigo claro que tenemos al frente liderizando este desastre como para
entramados vilipendiosos, que además no hacen ningún bien en el reto de esta
lucha política tan difícil y compleja.
Manuel, un hombre que desde mi
perspectiva no es ya un líder únicamente, sino que se ha convertido en un
sentimiento, el que usted quiera escoger, pero sentimiento al fin, define
nuestra propia zulianidad. Como dirigente y como constructor de una obra
de gobierno marcó al Zulia y a su gente. Sin duda alguna es hoy la
representación de un sentimiento zuliano que a propósito de su
retorno, conlleva una excelente oportunidad para reestructurar y relanzar nuestro
partido Un Nuevo Tiempo, redefinir la ruta democrática en el Zulia, reconstruir
la Unidad en el Estado, y estimular la esperanza en nuestro pueblo agotado y
sufrido.
Recuerdo que en el 2005, cuando
muchos argumentaban sobre la obligación de no participar en el proceso
electoral de la Asamblea Nacional pautado para el 4 de diciembre, Manuel
cavilaba acerca del complicado momento, y luego de mucho analizarlo, aceptó una
decisión capitalina que resultó DECAPITANTE para la vida política del
país; por cierto, Julio Borges fue altamente criticado en ese entonces
como hoy se hace con otros, por el hecho de mantener su posición de ir a votar,
rompiendo la unidad, y hoy es nuestro actual Presidente en la Asamblea
Nacional.
Mientras todos a nivel nacional se
concentraban en la pelea en contra de Chávez, Manuel también se tuvo que concentrar
en rescatar un Zulia cuya primera fuerza laboral vivió el holocausto más
grande jamás visto en la historia de la Industria Petrolera. Y fue así que
muchos brillantes empleados petroleros botados empezaron a consolidar con en la
gestión que llevaría al Zulia con un nuevo modelo de gerencia a un peldaño
superior en una gestión de obra que hasta el propio Chávez envidiaba, y por eso
tenía que "acabarlo" y dio paso a su nueva misión "poner preso a
Manuel".
Manuel es un hombre incansable, que
ha recorrido todos los rincones del Zulia, que conoce su realidad, que sabe
sobre las dificultades de nuestras comunidades y de su gente más necesitada.
Fueron miles de viviendas, miles de uniformes, decenas de escuelas, millones de
vasos de leche repartidos en las escuelas. A los Hospitales iba de visita a
inspeccionarlos sin aviso, muchas veces a horas donde todos dormían para
garantizarle al Zulia una salud digna de la gente.
Para Manuel es primordial preservar
al Zulia para los zulianos, que como principal baluarte del Occidente del país
y de sus aportes depende grandemente la propia alimentación, riqueza petrolera
y hasta la causa venezolana. Sin dejar de mencionar el amor que le profesa
a su Chinita y que la sembró en cada jardín que pudo en los distintos patios de
su tierra. Si esa persona artífice y creador de esta realidad invariable,
usted puede denominarlo enemigo de los venezolanos y traidor a la patria, Usted
me dirá!!!???...
¡En el Zulia, con sus propias
circunstancias solo sé que a hombres con él los necesitamos!, ¡Bienvenido
Manuel a tu Zulia que amas!
Iraida Villasmil
11 de enero de 2016
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